El papel tan relevante de la Inteligencia Artificial en el tratamiento de la Big Data esta
transformando todos los sectores de nuestra sociedad, desde el comercio, industria y
finanzas, hasta la salud y la educación. Se pueden analizar grandes volúmenes de datos,
extraer patrones, realizar predicciones y mejorar la toma de decisiones. Sin embargo, más
allá de la tecnología que permite procesar estos datos, existe un factor humano crucial
para su correcta gestión y aprovechamiento: la interpretación, la ética y la toma de
decisiones informadas.
La integración de sistemas de IA ayuda a una mayor automatización de las tareas
relacionadas con la información, como el almacenamiento, clasificación, extracción e
interpretación de datos, optimizando la eficacia de todos los flujos de trabajo, sin
embargo, administrarlos puede ser complejo. Darle sentido a toda esa información que
procesar y almacenar es la tarea de mas relevancia.
El ser humano se enfrenta a un gran desafío en el tratamiento de la Big Data. Tener
acceso a enormes cantidades de información es crucial pero, aun lo es mas, gestionarla
de manera eficaz.
A medida que los datos crecen en volumen, velocidad y variedad, las herramientas
tecnológicas, son nuestras grandes aliadas. Sin embargo, estas herramientas por sí solas
no son suficientes. Resulta necesario proveerse de profesionales cualificados, capaces de
interpretar los datos y aplicar las soluciones adecuadas. Por eso, el factor humano resulta
imprescindible.
Entonces, ¿es tan importante la intervención humana en la gestión de Big Data? La
respuesta es si, entre otros, por los siguientes motivos:
1. Una interpretación critica y un análisis profundo son esenciales para convertir los
datos en información útil. Un analista tiene la capacidad de contextualizar esos datos y
entender no solo lo que muestran sino también lo que significan en términos de
objetivos organizacionales, tendencias de mercado, comportamiento humano o
factores sociales. Son capaces de convertir los datos en información útil y significativa.
2. Puede darse la situación de que decisiones basadas exclusivamente en algoritmos y
modelos predictivos carezcan de un entendimiento completo del contexto, lo que
llevaría a decisiones erróneas o perjudiciales. El juicio humano es necesario para
balancear la automatización con la intuición.
3. En cuanto a la privacidad, ética y derechos humanos. Es fundamental que los
profesionales encargados de gestionar la Big Data no solo tengan habilidades
técnicas, sino también un fuerte sentido de la responsabilidad para garantizar que el
uso de los datos sea justo, transparente y respetuoso con los derechos de las
personas.
4. La tecnología de Big Data esta evolucionando de forma imparable, por eso se necesita
que los profesionales en este campo estén en constante aprendizaje. Las nuevas
herramientas, técnicas y normativas surgen a diario, y los gestores de Big Data
deben estar preparados para adaptarse y evolucionar con ellas, asegurándose de
que sus enfoques sean siempre los más actuales y eficientes.
La Big Data es, sin duda, una herramienta muy valiosa, pero su éxito depende en gran
medida de cómo se integre con las capacidades humanas. Será difícil que la tecnología,
aunque este muy avanzada, reemplace completamente la intuición, la creatividad y la
inteligencia humana. Deberemos llegar a un entendimiento y colaboración entre la
maquina y el ser humano para poder aprovechar lo mejor de cada uno.
Si tenemos empresas que logren combinar la potencia de las tecnologías de Big Data con
la sabiduría del ser humano, tomaremos decisiones informadas y responsables, lo que
permitirá no solo obtener ventajas competitivas, sino también contribuir a un desarrollo
más sostenible y justo en la era digital.
Por eso, la Big Data es mucho más que una cuestión de datos: es una oportunidad para
que los seres humanos, con sus habilidades y valores, tomen el control de un recurso
valioso y lo gestionen de manera que beneficie a la sociedad en su conjunto.
Rose Leny – Analista de datos en Eleveron Consulting
